viernes, 25 de noviembre de 2016



Soneto de la guirnalda de rosas.

¡Esa guirnalda! ¡Pronto! ¡Que me muero!
¡Teje deprisa! ¡Cantal ¡Gime! ¡Canta!
Que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de enero.

Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.

Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados,
bebe en muslo de miel sangre vertida.

Pronto ¡prontol! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.

RUBÉN DARÍO
Sonatina.

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? 
Los suspiros se escapan de su boca de fresa, 
que ha perdido la risa, que ha perdido el color. 
La princesa está pálida en su silla de oro, 
está mudo el teclado de su clave sonoro, 
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. 

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. 
Parlanchina, la dueña dice cosas banales, 
y vestido de rojo piruetea el bufón. 
La princesa no ríe, la princesa no siente; 
la princesa persigue por el cielo de Oriente 
la libélula vaga de una vaga ilusión. 

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, 
o en el que ha detenido su carroza argentina 
para ver de sus ojos la dulzura de luz? 
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, 
o en el que es soberano de los claros diamantes, 
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? 


 
 
 
 
GARCILASO DE LA VEGA
Égloga I.
 
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,                   
(de pacer olvidadas) escuchando.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo
y un grado sin segundo,
agora estés atento sólo y dado                     1
el ínclito gobierno del estado
Albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;
 
FRANCISCO DE QUEVEDO
Amor constante más allá de la muerte. 
 
Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansiosa y lisonjera



mas no, de esotra parte, en la ribera,

dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi alma el agua fría

y perder el respeto a ley severa.



Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor a tanto fuego han dado,

médulas que han gloriosamente ardido,



su cuerpo dejará, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido,

polvo serán, mas polvo enamorado.
 
 
FRAY LUIS DE LEÓN
Oda a la vida retirada. 
 
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!       
 
 Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.            
 
 LOPE DE VEGA
El caballero de Olmedo
 
Amor, no te llame amor

el que no te corresponde

pues que no hay materia adonde

imprima forma el favor.

naturaleza, en rigor,

conservó tantas edades

correspondiendo amistades

que no hay animal perfecto

si no asiste a su concepto

la unión de dos voluntades.
 
 
GARCILASO DE LA VEGA
Égloga I
 
Divina Elisa, pues agora el cielo,

con inmortales pies pisas y mides,

y su mudanza ves estando queda,

¿por qué de mí te olvidas y no pides

que se apresure el tiempo en que este velo

rompa del cuerpo, y verme libre pueda,

en la tercera rueda

contigo mano a mano

busquemos otro llano,

busquemos otros montes y otros ríos,

otros valles floridos y sombríos,

donde descanse, y siempre pueda verte

ante los ojos míos,

sin miedo y sobresalto de perderte?
 

EL CONDE OLINOS

Madrugaba el Conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar:
las aves que iban volando
se paraban a escuchar;
caminante que camina
detiene su caminar;
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.










.
 
Desde la torre más alta 

la reina le oyó cantar: 

-Mira, hija, cómo canta 

la sirenita del mar. 

-No es la sirenita, madre, 

que esa no tiene cantar; 

es la voz del conde Olinos, 

que por mí penando está. 

-Si por tus amores pena 

yo le mandaré matar, 

que para casar contigo 

le falta sangre real
 
GABRIELA MISTRAL
Coplas. 
 
Todo adquiere en mi boca 

un sabor persistente de lágrimas; 

el manjar cotidiano, la trova 

y hasta la plegaria. 



Yo no tengo otro oficio 

después del callado de amarte, 

que este oficio de lágrimas, duro, 

que tú me dejaste. 



¡Ojos apretados 

de calientes lágrimas!, 

¡boca atribulada y convulsa, 

en que todo se me hace plegaria! 



JORGE MANRIQUE
Coplas a la muerte de su padre


Recuerde el alma dormida, 

avive el seso e despierte 

contemplando 

cómo se passa la vida, 

cómo se viene la muerte 

 tan callando; 

cuán presto se va el plazer, 

cómo, después de acordado,  da dolor; 

cómo, a nuestro parescer, 

cualquiere tiempo passado 

fue mejor.
 
 
JUAN DE MENA
Laberinto de fortuna
 
Al muy prepotente don Juan el segundo

a aquel con quien Júpiter tovo tal celo

que tanta de parte le fizo del mundo

cuanta a sí mesmo se fizo del cielo;

al gran rey de España, al César novelo

al que con Fortuna es bien fortunado;

a aquel en quien caben virtud y reinado

a él la rodilla fincada por suelo.
 
SAN JUAN DE LA CRUZ
Noche oscura del alma
 
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.                     
 
  A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.                     
 
  En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía                              
sino la que en el corazón ardía.                 
 
 
WALT WHITMAN 
No te detengas.

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.
ERNESTINA DE CHAMPOURCIN
De La voz del viento.

Búscame en ti. La flecha de mi vida
ha clavado sus rumbos en tu pecho
y esquivo entre tus brazos el acecho
de las cien rutas que mi paso olvida.

Despójame del ansia desmedida
que abrasaba mi espíritu en barbecho.
El roce de tus manos ha deshecho
la audacia de mi frente envanecida.

Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte
del silencio total. Ávida muerte
donde renacen tuyos, mis sentidos.

Ahoga entre tus labios mi tristeza,
y esta inquietud punzante que ya empieza
a taladrar mi sien con sus latidos.


JOSEFINA DE LA TORRE
De Poemas de la isla

Sobre el mar, bajo el cielo, blancas, densas,
vienen todas las velas desplegadas
en el aire, dorado y transparente.
Y en la proa, delgada como la brisa,
la corona de espuma alborotada
es adorno rizado de su frente.

En la playa, de oros soleada,
las mujeres esperan a las barcas
con los ojos al mar, intensamente.
Y en el ramo de velas olorosas
-brisa de mar, aroma de mariscos-
hay un anhelo cálido y creciente.

¡Cuánto diera por ver llegar un día
la barca con la blanca vela al viento
con rumbo hacia otra orilla, desrizada;
y en pie en la proa -tijera de los mares-
a ti, todos mis sueños, presentido
con el azul del mar en la mirada!
PILAR DE VALDERRAMA

Abre el rosal de la carroña horrible
su olvido en flor, y extraña mariposa
jalde y carmín, de vuelo imprevisible,
salir se ve del fondo de una fosa.
con el terror de víbora encelada,
junto al lagarto frío,
con el absorto sapo en la azulada
libélula que vuela sobre el río,
con los montes de plomo y de ceniza,
sobre los rubios agros
que el sol de mayo hechiza,
se ha abierto un abanico de milagros
-el ángel del poema lo ha querido-
en la mano creadora del olvido… 

PEDRO SALINAS
Ayer te besé en los labios...
Ayer te besé en los labios. 
Te besé en los labios. Densos, 
rojos. Fue un beso tan corto, 
que duró más que un relámpago, 
que un milagro, más. El tiempo 
después de dártelo 
no lo quise para nada ya, 
para nada 
lo había querido antes. 
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso; 
estoy solo con mis labios. 
Los pongo 
no en tu boca, no, ya no... 
-¿Adónde se me ha escapado?-. 
Los pongo  
en el beso que te di 
ayer, en las bocas juntas 
del beso que se besaron. 
Y dura este beso más 
que el silencio, que la luz. 
Porque ya no es una carne 
ni una boca lo que beso, 
que se escapa, que me huye. 
No. 
Te estoy besando más lejos.

domingo, 20 de noviembre de 2016

EL TEATRO EN EL ROMANTICISMO
Os dejo los enlaces a dos grandes obras dramáticas del Romanticismo.  

Don Juan Tenorio, de José Zorrilla:

http://www.biblioteca.org.ar/libros/130533.pdf

Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas:

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/don-alvaro-o-la-fuerza-del-sino--0/html/fedc3d40-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.html


ROMANTICISMO.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER. 
EL ORIGEN DE LA POESÍA MODERNA. 

Para los alumnos de 4º de la ESO que quieran leer todos los textos a los que en clase hago referencia y no vemos en su totalidad. Os enlazo a la página de la Biblioteca Cervantes virtual. 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/rimas-y-leyendas--0/html/00053dfc-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html


 EL MOVIMIENTO ROMÁNTICO Y SU REPERCUSIÓN EN ESPAÑA


"La libertad guiando al pueblo", de Eugène Delacroix.

"Claro de luna" de Beethoven, interpretado por Claudio Arrau.
 


ORÍGENES DEL ROMANTICISMO:

Dice Ricardo NAVAS RUIZ que comenzó con “un haz de acontecimientos decisivos a lo largo del siglo XVIII, sobre todo entre 1770 y 1800, que cambian radicalmente el signo de la sociedad y la cultura occidental”.
Los principales hechos que favorecen la aparición del Romanticismo son:
-          Tres grandes revoluciones:
1.    La Revolución Industrial: (1760 – 1840), surgida al amparo de la monarquía constitucional inglesa y que sirve para expandir el comercio, favorecer el auge de la burguesía y sentar las  bases del liberalismo.
2.    La Revolución americana, con la Declaración de la Independencia de EEUU (1776).
3.    La Revolución Francesa (1789) que afirma la libertad, la igualdad y la fraternidad como principios.
-          Una gran evolución en el pensamiento filosófico: los filósofos más insignes cuestionan el imperio absoluto de la razón, de las reglas y del Clasicismo en general. Las principales aportaciones vienen de autores como Rousseau (El contrato social: desarrollo de la personalidad individual), Kant (Crítica de la razón pura y Crítica de la razón práctica), Fichte (Ciencia del conocimiento, 1794: resalta la importancia del mundo interior) y Hegel (Ciencia de la lógica).
-          Evolución en la concepción de la literatura: surgen una serie de autores que proponen la vuelta a las creaciones barrocas.

En Alemania debemos destacar a LESSING (Dramaturgia de Hamburgo: critica el teatro clásico francés proponiendo la imitación de Shakespeare); hay que hablar también del movimiento “Sturm und Drang” –Tempestad y Pasión- que promueve la preeminencia del sentimiento y cuyo paladín fue Goethe. Las desventuras del joven Werther lo convierten, además, en el pionero de la novela psicológica. Fausto es otra de sus grandes obras; tiene dos partes: en la primera Fausto vende su alma al diablo, Mefistófeles, y en la segunda es absuelto por la intercesión de Margarita. Goethe utiliza esta obra para expresar sus preocupaciones científicas. Al final de la tragedia queda una conclusión esperanzadora, en cierto modo: la titánica tensión por conocer y rebasar sus propios límites llevan al espíritu humano a cometer sus grandes pecados, sus grandes errores y ésta es la fuerza que lleva a Fausto a pactar con el demonio. Pero la búsqueda, pera a que tantas veces lleva al error, ennoblece y da sentido a la existencia humana.
Debemos destacar a autores como los hermanos VON SCHLEGEL, NOVALIS, CLEMENS BRENTANO con los Cuentos del Rhin y Cuentos italianos, los HERMANOS GRIMM, sobresaliendo sus cuentos infantiles, HEINRICH HEINE, que tendrá mucha influencia en Bécquer, etc.


En Inglaterra resurgió el interés por la mitología y las tradiciones celtas, así como por la Edad Media. Cabe destacar a JAMES MACPHERSON, a WILLIAM WORDSWORTH y a COLERIDGE.
Dice Ricardo NAVAS RUIZ: “Cabe decir que en 1800 están firmemente establecidos en Inglaterra y Alemania los caracteres fundamentales del Romanticismo. Después de esta fecha, una generación más joven se encargará de desarrollarlos plenamente mientras se extienden por otros países con mayor o menor celeridad. Pasan primero a Francia y luego a Italia, Rusia, España, Portugal y el resto de Europa. Hacia 1830 no existe ya el país al que no hayan invadido y que no siga, aunque con evidente retraso,  las directrices de las dos grandes naciones modernas”.
LORD BYRON (1788 – 1814) promueve temas como la soledad, el individualismo y la muerte. WALTER SCOTT pone de moda la novela histórica.

En Italia el movimiento romántico es más práctico, moral y patriótico, dada la ardiente aspiración al resurgimiento y al deseo de una Italia unificada. Podemos recordar a ALESSANDRO MANZONI y a GIACOMO LEOPARDI.

En Francia, destacaron CHATEAUBRIAND con El genio del cristianismo, MADAMME DE STÄEL, VÍCTOR HUGO y  ALEJANDRO DUMAS.

Las ideas románticas afectaron a todos los órdenes de la vida: en este sentido debemos destacar la aportación de pintores como FRIEDRICH, WILLIAM TURNER o DELACROIX, pero especialmente a FRANCISCO DE GOYA por su descenso a lo irracional y grotesco y su gusto por pintar la locura, los sueños, los horrores de la guerra, etc.
A pesar de las precisiones que se puedan hacer para individualizar las creencias románticas de un país o de un grupo literario, sí podemos encontrar criterios comunes en el desarrollo del Romanticismo europeo:
-          Predominio de la intuición, la imaginación y el instinto por encima de la razón.
-          El ímpetu creador y el derroche del sentimiento sustituyen al buen gusto y al ideal de belleza armónica neoclásicos.
-          Comienza a tener vigencia lo irracional y despiertan interés los sueños por contener lo más profundo del alma humana.
Podemos concluir diciendo que la renovación estética y temática del Romanticismo se basa principalmente en los dos conceptos fundamentales de la idiosincrasia romántica: el individualismo (la afirmación del “yo” por encima de cualquier otra realidad) y la libertad (oposición a cualquier clase de dogma, ya sea político o social).

 
2. EL ROMANTICISMO ESPAÑOL:

2.1. INTRODUCCIÓN.

La consideración que para la crítica tiene el Romanticismo español no se aparta de las coordenadas que rigen las ideas sobre el Romanticismo europeo.
Para un mejor conocimiento del fenómeno romántico en España es necesario conocer que no apareció de manera inmediata, sino gradual en la segunda mitad del siglo XVIII. En este momento ya aparecen rasgos prerrománticos en algunos autores neoclásicos; entre ellos, Nicolás Fernández de Moratín (que trabaja sobre temas nacionales), Benito Jerónimo Feijoo (que promueve el espíritu individual en la creación por encima de las normas), Gaspar Melchor de Jovellanos (que se adelante al drama sentimental con su Delincuente honrado), Nicasio Álvarez de Cienfuegos (precursor de la melancolía romántica), Manuel José Quintana (iniciador de un tono social característico de la lírica posterior), Juan Meléndez Valdés (por su tono melancólico y sus ideas humanitarias) o José Cadalso, que escribe sus Noches lúgubres en las que imitando a Young, introduce una temática sepulcral y nocturna.
Es decir, que existe un movimiento de transición entre Neoclasicismo y Romanticismo: el Prerromanticismo que coincide en el tiempo con las últimas creaciones neoclásicas, pero que apoyándose en las obras inglesas y alemanas de la época, anticipa el nuevo espíritu que dominará en España en las décadas siguientes.

2.2. FACTORES PARA EL NACIMIENTO DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL

En las primeras décadas del siglo XIX, el Absolutismo que dominaba en todos los órdenes de la vida social española, ahogó los intentos de renovación de la burguesía liberal e “impidió” el desarrollo total del Romanticismo en su doble vertiente: como una revolución del pensamiento y como un movimiento estético indisolublemente ligado a lo anterior.
Por eso, el Romanticismo literario español fue un fruto tardío que sólo cobrará fuerza tras la muerte de Fernando VII, rey absoluto que arrasó todo intento de cambio.
No obstante, hubo una serie de factores que contribuyeron al desarrollo del Romanticismo en nuestro país:
-          Las traducciones de obras románticas. Werther fue traducido en 1797 por Mor de Fuentes. En 1801 se tradujo Atala de Chateaubriand.
-          Las tertulias: en ellas se inició la difusión de las nuevas ideas. Destacamos “El Parnasillo” (Estébanez Calderón y Larra), “Los Numantinos”...
-          Las polémicas literarias: la más importante fue la sostenida entre Nicolás Böhl de Faber y José Joaquín de Mora en torno al teatro español.
-          Algunos escritos con valor de manifiesto literario. Por ejemplo, el prólogo de Alcalá Galiano para El moro expósito del duque de Rivas.
-          Divulgación de las ideas románticas a través de las publicaciones periódicas. Aparece El Europeo por Buenaventura Carles Aribau y Ramón López Soler; El duende satírico del día, de Larrra; El Vapor, etc.
-          El principal factor para la penetración y desarrollo del Romanticismo es la vuelta (gracias a la amnistía de 1833) de los exiliados por sus ideas liberales: Espronceda, Martínez de la Rosa, José Joaquín de Mora, Alcalá Galiano, el duque de Rivas...

2.3. TEMAS:

1.      Historia: siempre, salvo alguna excepción (La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa) de tema nacional. La época preferida fue la Edad Media. Observamos una revalorización del romancero; se revive el ambiente caballeresco (damas y trovadores); el tema de los templarios (El señor de Bembibre, de Gil y Carrasco); el mundo árabe alcanza una importancia especial, no como algo exótico sino propio.
Además de a la Edad Media, también se acudió a los Siglos de Oro (en Traidor, inconfeso y mártir, de Zorrilla, Felipe II es visto como rey calculador y despótico)

2.      Sentimientos:
a)      Amor: presentado de dos formas: sentimental (que conduce a una sensación de melancolía) o pasional (que rompe con todas las convenciones y conduce al desengaño o al final trágico)
b)      Rebelión: presentada como sentimiento. Encontramos el sentimiento de rebelión contra Dios por ejemplo en Don Juan Tenorio.
c)      La vida: es un mal para el romántico. El pesimismo lo envuelve todo. El desprecio por la vida los lleva a buscar aventuras heroicas, donde aquella se pueda perder.
d)     La muerte, que es en consecuencia, la libertadora; la que trae la paz, la serenidad. Por ello incluso se busca el suicidio. Don Álvaro se suicida; Larra también puso fin a su vida.

3.      Conflictos sociales: el escritor romántico es un hombre comprometido, consciente de su misión social. Proclama la libertad como eje de la vida pública y privada; exalta el ideal burgués y liberal; promueve el humanitarismo. Es en este marco en el que cobra una nueva dimensión la concepción nacionalista y es aquí donde entendemos el nacimiento del costumbrismo y del regionalismo.

2.4. TÉCNICAS:

Encontramos dos constantes:
1.      Naturaleza: los románticos cuidan los fondos escenográficos; prefieren lo particular y determinado frente al universalismo neoclásico.
Hay dos escenarios preferidos: la naturaleza salvaje que triunfa sobre el hombre (mar bravío, cementerios...) y la ciudad (cargada de historia y tradición).
En cuanto al tiempo, prefieren la noche, la primavera y el otoño.
2.      Fantasía: permite romper los límites estrechos de la realidad, el uso de la imaginación. La fantasía entre a través de lo misterioso o sobrenatural y a través del sueño o la visión (anticipando la explosión del subconsciente de las vanguardias).

2.5.  LENGUAJE:

Toda palabra pueden entrar en el texto si es necesaria. El énfasis es el fundamento de la expresividad, que se conserva en la abundancia de interrogaciones, exclamaciones, antítesis violentas tras puntos suspensivos... Hinchazón retórica.
 
3.     LOS GÉNEROS EN EL ROMANTICISMO:

LA POESÍA:
El individualismo y el subjetivismo románticos propician una poesía lírica centrada en la expresión de los más hondos sentimientos del autor: amor, tristeza, rebeldía, hastío, soledad, anhelos religiosos... Todos ellos impregnados por una emoción identificada con el estado de ánimo del poeta.
Junto a esta lírica aparece una poesía épico – narrativa dotada de un gran aliento lírico e inspirada en temas históricos o legendarios de gusto popular, basada en los romances medievales.
Desde un punto de vista formal, se busca la total libertad de metros y ritmos. Los poemas son, frecuentemente polirrítmicos y se emplean estrofas casi olvidadas (el romance) o se inventan otras.

EL TEATRO:
Los rasgos característicos del teatro romántico son muy diferentes a los del teatro neoclásico  y enlazan con los del teatro barroco, en cierto sentido.  Es quizás por esto por lo que algunas obras de esta época (Don Álvaro o la fuerza del sino, Don Juan Tenorio, El Trovador), alcanzaron un éxito de público que no consiguieron las mejores obras de los autores ilustrados.
Los principales rasgos de este género son:
-          Contravención de las reglas neoclásicas (unidad de acción, tiempo  y espacio).
-          Rompe la barrera de los géneros: mezcla de lo trágico y lo cómico.
-          Los autores trasladan a escena su desgarrada visión del mundo: amores imposibles, pasiones ilícitas, rebeldías políticas, desafíos, suicidios...
-          Personajes con rasgos extraños y singulares: rebeldes, conspiradores, misteriosos, marginales...
-          Preferencia por los temas legendarios, históricos y novelescos.
-          Ambientes excepcionales: castillos, conventos, escenas nocturnas, paisajes extraños...
-          Mezcla de prosa y verso en la misma  obra.
-          Carencia de propósito didáctico: quiere interesar y conmover al espectador.

Casi todas estas características están en Don Álvaro o la fuerza del sino, de Ángel Saavedra, el DUQUE DE RIVAS. Su estreno en 1835 fue un escándalo y levantó una polémica enorme entre los clasicistas y los románticos.
Don Juan Tenorio (estrenada en 1844), de José ZORRILLA  fue el mayor éxito teatral del siglo XIX. Mención merecen también El trovador de Antonio GARCÍA GUTIÉRREZ y Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio HARTZENBUSCH.

LA PROSA:
La novela histórica y el costumbrismo son los dos géneros más destacados en prosa e la época romántica.
La novela histórica es una creación indiscutible del romanticismo. El interés por el pasado (nacional), la tendencia a lo exótico y a lo caballeresco son, entre otras, las principales causas de este nuevo género narrativo.
La producción en prosa tiene una relativa importancia que no está a la altura de la lírica o el teatro, pero merece la pena destacar El señor de Bembibre, de Enrique GIL Y CARRASCO y El doncel de don Enrique, el doliente, de LARRA.
El auge del costumbrismo se debe al gusto de los románticos por lo popular. Los textos costumbristas reflejan las costumbres populares y tipos humanos representativos (existe un costumbrismo de escenas y otro de tipos). Los costumbristas españoles captan “lo típico” con brillantez, colorido y firme pulso descriptivo (antecedente de la descripción realista). En contrapartida tienden a veces a lo tópico y a una visión moralizadora excesiva.
Destacan MESONERO ROMANOS que escribió Panorama Matritense,  Escenas Matritenses, etc. y ESTÉBANEZ CALDERÓN, con sus Escenas andaluzas.

4.     AUTORES Y OBRAS:

1.      JOSÉ DE ESPRONCEDA:

Sobre el carácter de Espronceda se ha opinado de manera muy distinta; se ha llegado a decir que tenía dos personalidades: una interna, tierna y afectuosa; y otra externa, gesticulante y teatral. Se ha llegado a decir que mantenía una “pose” romántica.
En su obra domina el vitalismo y arrebato de una persona entregada y sincera. Espronceda es un romántico liberal  con una personalidad auténtica y apasionada, pero lo que más destaca en él es la adecuación entre lo que siente y lo que expresa.
La producción literaria de nuestro escritor es sobre todo poética. En prosa nos ha dejado una discreta novela histórica (Sancho Saldaña) y alguna obra de teatro (Blanca de Borbón).
Su formación literaria es neoclásica y varias de sus obras están escritas con estas directrices y con elementos románticos. Lo vemos en El Pelayo.  Su obra poética plenamente romántica está formada por dos poemas largos (El estudiante de Salamanca, lírico narrativo, y El diablo mundo, lírico, filosófico y social. En él aparecen los fantasmas y obsesiones de Espronceda. Es su obra más ambiciosa pero no resulta tan conseguida como El estudiante de Salamanca. Él mismo dijo: “este canto es un desahogo de mi corazón y no está ligado de manera alguna con el poema” refiriéndose al Canto a Teresa, del Canto II del poema), seis canciones (Canción del pirata, El reo de muerte...; las canciones están inspiradas por la actitud moral y sentimental del poeta, y por su visión de la sociedad y del hombre. Todo está expresado a través de figuras humanas socialmente marginadas: el pirata, el cosaco, el reo de muerte, el mendigo... Exalta la libertad y la justicia, y condena la avaricia, la indiferencia social y la explotación del hombre. La forma resulta muy adecuada al tono patético y a veces melodramático) y algunas poesías líricas (Al sol, A la noche...).

2.      MARIANO JOSÉ DE LARRA:

Tras el humor mordaz, corrosivo e irónico de Larra, late una aguda sensibilidad. Mucha gente sólo vio en él a un escritor muy inteligente, pero de carácter desagradable y soberbio. Larra sufrió mucho por la situación de su país (lo vemos en sus artículos). La pugna continua con una serie de obstáculos (censura, injusticia, incomprensión...) exacerbó su pesimismo. Su acusado individualismo y su ansia por la libertad y justicia social, nos presentan a un hombre que asumió el romanticismo como una actitud vital, aunque se educó en el neoclasicismo y nunca lo desechó por completo, aprovechó lo mejor de ambos movimientos y criticó sus respectivos excesos.
En 1828 fundó la publicación El duende satírico del día, que desapareció poco después.  En 1832 fundará El pobrecito hablador, donde publicará sus sátiras de costumbres.
Puedo incurrir en la exageración, pero me voy a arriesgar diciendo que Larra es el creador del periodismo moderno. Ocupa un lugar muy importante en nuestra literatura por sus Artículos periodísticos. En ellos se nos muestra como un hombre que vive y está pendiente de todo lo que se desarrolla a su alrededor. Pero nuestro autor no es un mero observador ya que a lo que ve, une sus amargas experiencias y su dolorido sentir; en sus artículos, incluso en los que parecen más objetivos, hay una latente “confesión autobiográfica”. Él mismo dijo: “en cada artículo entierro una esperanza o una ilusión”.
Larra fue también un crítico que utilizó la sátira y la ironía como método de análisis de una sociedad corrompida y obsoleta; por eso atacó al entramado social de su época: la política, los espectáculos, la literatura, la educación, las costumbres... y las lacras que la sociedad había impreso en las personas: la hipocresía, la ignorancia, la superficialidad... Su actitud crítica se fue ensombreciendo con los años y vemos cómo sus últimos artículos se llenan de pesimismo, desilusión y desesperanza.
El estilo de Larra puede ser definido como la suma de sencillez y rigor.
Podemos clasificar los artículos de Larra  en tres grupos:
a)      artículos de crítica literaria: le interesaba mucho el teatro debido a su concepto neoclásico de la literatura como instrumento de educación social. Rechaza todo dogma literario y está a favor de la libertad creadora.
b)      artículos políticos: habló de lo que le preocupó, así encontramos artículos sobre la libertad de imprenta, la expansión del carlismo, las contradicciones de los liberales progresistas, las vacilaciones de los moderados...
c)      artículos de costumbres: a veces se confunden con los políticos. Con él, el costumbrismo deja de ser una visión nostálgica del pasado para adquirir un carácter crítico de aquellas costumbres españolas que habría que cambiar.

En sus últimos artículos va más allá de lo social y se eleva a un plano existencial; Larra está completamente abatido; sus artículos se llenan de amargura y pesimismo; lo vemos en “La Nochebuena de 1836” y en “El día de los difuntos de 1836”.  Parece que Larra ya no encuentra un remedio para nada; la pesadilla crece día a día y siente que “escribir es llorar y nadie oye nada”.  El día  12 de febrero de 1837 se suicida pegándose un tiro.
Larra escribió también una novela histórica, El doncel de don Enrique, el Doliente; un drama romántico, Macías...

3.      JOSÉ ZORRILLA:

Con 19 años dejó los estudios y se marchó de su casa para irse a Madrid, donde pronto se dio a conocer como poeta leyendo unos versos con motivo de la muerte de Larra (1837).
Como poeta se basó en temas históricos, legendarios o fantásticos. Como dramaturgo cultivó el drama histórico (El zapatero y el rey, Sancho García...). Pero de todos modos, la obra que mayor popularidad le dio fue Don Juan Tenorio, inspirada en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina. Su Don Juan, violento y cínico, acaba siendo salvado por la misericordia divina y la intercesión del amor, con lo que pierde una gran parte de su grandeza maléfica. Sin lugar a dudas, éste es el drama que más ha pervivido. Entra de lleno en lo que se considera Romanticismo tradicional. La gran contribución de Zorrilla al tema donjuanesco es la creación de Doña Inés, que hace posible la salvación del libertino. Es aquí donde está la principal diferencia con El burlador de Sevilla, que es un drama religioso con el que Tirso pretende dar una lección al espectador, diciéndole que si vive en pecado, como el burlador, irá al infierno. Zorrilla convierte al burlador en un enamorado y el drama teológico queda convertido en un drama romántico. El don Juan de Zorrilla se tiene que salvar porque llama a Dios y desde un punto de vista católico es impensable que Dios no oiga a todo al que le llama, por lo que escogerá un modo de salvarlo: el amor a doña Inés, que hace de ángel  y lo salva. Es muy curioso el hecho de que hasta este momento, el ideal del amor entraba en conflicto con la religión; en Don Juan Tenorio se destruye esta oposición y el amor se convierte en el camino para el perdón de Dios.
Otro drama es Traidor, inconfeso y mártir (1849), sobre la leyenda de Don Sebastián, el desgraciado monarca portugués vencido y asesinado por los moros en Alcazarquivir (1578), por quien su pueblo siguió esperando mucho tiempo y lo que dio lugar a  la aparición de muchos farsantes e impostores de su personalidad.

4.      GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER:

Bécquer nace en Sevilla en 1836. Quedó pronto huérfano y fue educado por su madrina, una mujer muy culta y sensible. Se inició en el estudio de la pintura, pero pronto se da cuenta de que su verdadera vocación le empuja a la literatura, y en 1854, ya está en Madrid para triunfar. Pasa años de pobreza, colabora en periódicos y revistas literarias y escribe libretos de zarzuela. En 1857 contrae una tuberculosis que lo llevará a la muerte. Por esta época conoce a Julia Espín, hija del organista real, de la que se enamora. Unos años más tarde se enamora de Elisa Guillén y no es correspondido. En 1861 se casa con Casta Esteban, hija de un médico soriano, con la que tuvo dos hijos. Es entonces cuando ejerce el periodismo y puede llevar una vida digna. Su mujer le será infiel y se separa de ella pero poco después tras la muerte de su hermano, volverá con ella. En 1870 fallece en Madrid.

Se suele decir que Bécquer fue un romántico rezagado, pero a pesar de esta afirmación hay que reconocer que en su obra están los caracteres generales del movimiento romántico (importancia del “yo”, sentimiento del paisaje, conciencia de soledad, atracción por la muerte...). Eso sí, Bécquer es completamente ajeno al barroquismo, a lo retórico y a lo grandilocuente, lo que lo diferencia de los primeros románticos. Y también es cierto que sus influencias no son las mismas, así, si a Espronceda le influyó notablemente Lord Byron, a Bécquer quien le influye es el alemán Heine, también Lord Byron pero en menor medida. Otras fuentes son Goethe y Schiller. No debemos olvidar que Bécquer era un gran admirador de la poesía del pueblo; había pasado su juventud en Sevilla y allí conoció la copla andaluza. También los franceses Musset y Lamartine dejaron huella en él. Los ingleses Poe y un claro gusto de fondo por el maestro Shakespeare y por los clásicos Horacio y Dante.
Bécquer escribió una prosa maravillosa, Las Leyendas, Cartas desde mi celda, Cartas literarias a una mujer y muchos artículos periodísticos de tema variado. Pero su fama máxima se debe a las Rimas. Su poesía es, en su mayor parte, de tema amoroso; de ella se desprende que nuestro poeta es un hombre sensible, que sufrió mucho por amor y que consideraba a este sentimiento el centro de la vida.
“La poesía es el sentimiento, pero el sentimiento no es más que un efecto, y todos los efectos proceden de una causa más o menos conocida. ¿Cuál lo será? ¿Cuál podrá serlo de este divino arranque de entusiasmo, de esta vaga y melancólica aspiración del alma, que se traduce al lenguaje de los hombres por medio de sus más suaves armonías sino el amor? Sí, el amor es el manantial perenne de toda poesía, el origen fecundo de todo lo grande, el principio eterno de todo lo bello.”

Toda la producción poética de Bécquer está recogida en un libro: Rimas. Se trata de noventa y cuatro composiciones muy breves, de rima asonante y métrica variada. El poeta fue publicándolas, durante unos once años, en periódicos y revistas y él mismo las recopiló en un manuscrito, El libro de los gorriones, que desapareció en la Revolución de 1868 y tuvo que reconstruirlo después.  Partiendo de este texto autógrafo, un grupo de amigos publicó, un año después de su muerte, las Rimas, en 1871.
Si las comparamos con la poesía predominante del Romanticismo, Espronceda, Rivas, Zorrilla... las rimas dan una impresión de sencillez innegable. El lenguaje es natural, simple, fluido y con una gran calidad musical.  Como él mismo dijo: “... breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de fantasía”. El intimismo, la autenticidad, la pureza y la sensibilidad conforman una lírica que logra expresar sentimientos profundos y que hoy día, sigue interesando.
El tema amoroso, unas veces con tono optimista y otras desengañado, se convierte en núcleo básico de las Rimas. También aparecen las ideas del autor sobre la poesía, la soledad, la angustia, la desesperanza, el deseo de evasión, ansia de infinito, hastío, alegría, esperanza... pero el eje centro que vertebra todos estos sentimientos y pensamientos es el amor. En esta obra vemos que la naturaleza, la esencia última de la poesía, fue una de las máximas preocupaciones de Bécquer. Para él, el hecho poético es algo misterioso e inexplicable: sólo la inspiración puede acercar al hombre a la Verdad y a la Belleza. En los últimos poemas de las Rimas, el miedo a la soledad y a la muerte resuenan. Parece que el mundo se ha borrado y que el poeta no puede soportar la angustia de un fin próximo. La tristeza del final lo inunda todo.
Volviendo a la prosa, la prosa poética de las Leyendas hubiera bastado para darle merecida fama. La narración y la poesía se funden en una atmósfera imaginativa y sugerente. Los temas están dentro de los tópicos románticos: lo exótico, lo oriental (“El caudillo de las manos rojas”),  lo misterioso, lo religioso (“El Cristo de la Calavera”), la búsqueda de lo inalcanzable (“Los ojos verdes”, “Maese Pérez, el organista”, “El Miserere”).
Tan bellas y poéticas como las Leyendas son las Cartas desde mi celda, que son impresiones de paisaje, artísticas, personales y de costumbres. Las Cartas literarias a una mujer contiene el pensamiento poético de Bécquer.

Aunque me he detenido a explicaros a estos cuatro autores no debemos cerrar el tema sin mencionar a otros como Martínez de la Rosa, con obras como La conjuración de Venecia, de 1834; el Duque de Rivas, con Don Álvaro o la fuerza del sino; Antonio García Gutiérrez, con El trovador, de 1836; Juan Eugenio Hartzenbusch, con Los amantes de Teruel; Gertrudis Gómez de Avellaneda, con Sab y a Rosalía de Castro con obras como Follas Novas y a la que trabajermos en clase con una dinámica poética y musical muy bonita.

 
BIBLIOGRAFÍA:

ALBORG, J.L.: Historia de la literatura española. IV. El Romanticismo. Madrid, Gredos, 1980.
DÍAZ PLAJA, Guillermo: Introducción al estudio del Romanticismo español. Madrid, Espasa Calpe, 1953.
NAVAS RUIZ, R: El romanticismo español. Madrid, Cátedra, 1982.
PEERS, A: Historia del movimiento romántico español. Madrid, Gredos, 1967.