domingo, 31 de mayo de 2015

1º DE BACHILLERATO

COMENTARIO DE TEXTO.

DEBÉIS SEGUIR LAS PAUTAS QUE HEMOS APRENDIDO Y TRABAJAR TODOS LOS NIVELES DE LA LENGUA. 
ANÁLISIS MORFOSINTÁCTICO DE LAS ORACIONES RESALTADAS EN NEGRITA. 
SEMANA DEL 15-18 JUNIO


El Nini siguió avanzando por la calleja solitaria, arrimado a las casas para eludir el lodazal. Restregaba la moneda que portaba en la mano contra los muros de adobe y al llegar a la primera esquina examinó el brillo nacido en el borde con pueril fruición. El barrizal era allí más espeso, pero el niño lo atravesó sin vacilar, sumergiendo sus pies desnudos en el cieno entreverado de estiércol y escíbalos caprinos, en la pestilente agua estancada de los relejes. Cruzó el pueblo y antes de divisar los establos del Poderoso oyó la voz caliente de Rabino Chico charlando con las vacas. El Rabino Chico estaba al servicio del Poderoso y tenía fama de comprender el lenguaje de los animales.
El Rabino Grande, el Pastor, y el Rabino Chico, el Vaquero del Poderoso, eran hijos del Viejo Rabino, el que, al decir de don Eustasio de la Piedra, el Profesor, era una prueba viva de que el hombre provenía del mono. En efecto, el Viejo Rabino tenía dos vértebras coxígeas de más, a la manera de un rabo truncado, y el cuerpo cubierto de un vello negro y espeso, y cuando se cansaba de andar sobre los pies podía hacerlo fácilmente sobre las manos. Por todo ello, don Eustasio de la Piedra le invitó por San Quinciano, allá por el año 33, a un Congreso Internacional, sin otra mira que demostrar ante sus colegas que el hombre descendía del mono y que aún era posible encontrar ejemplares a mitad de la evolución. Después de aquello, don Eustasio le llamaba a la capital cada vez que recibía una visita de cumplido y le hacía desnudar y dar vueltas sobre las manos, muy despacito, encima de una mesa. Al principio, el Viejo Rabino sentía vergüenza, pero pronto se habituó e incluso permitía que don Eustasio, que era un sabio, le tentara las dos vértebras coxígeas sin inmutarse. A partir de entonces, cada vez que un forastero mostraba interés por su particularidad, el Viejo Rabino se soltaba la pretina y se la enseñaba.
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      Las ratas. Miguel Delibes.
1º DE BACHILLERATO

COMENTARIO DE TEXTO.


DEBÉIS SEGUIR LAS PAUTAS QUE HEMOS APRENDIDO Y TRABAJAR TODOS LOS NIVELES DE LA LENGUA. 
ANÁLISIS MORFOSINTÁCTICO DE LAS ORACIONES RESALTADAS EN NEGRITA. 
SEMANA DEL 8-11 JUNIO


Cristina me había aceptado a regañadientes en su cuarto. Casi lloró pidiendo que no la obligaran a compartir sus cosas con las mías (yo no tenía nada, excepto el osito Celso). Y mamá dijo que Cristina tenía razón: ella era una mujercita, y yo, un "gorgojo". Así que por aquellas noches ya tenía un dormitorio propio, claro que mucho más pequeño que el que hasta entonces había compartido con Cristina. Era una habitación, no en la llamada parte "noble" de la casa, sino en la zona del cuarto de estudio, el de las Tatas, el de la plancha, la cocina... En fin allí donde yo me movía libremente y sin temor. Se trataba de un cuarto pequeño, con una ventana de cortinas azules y amarillas, y gruesos visillos blancos, con un casi invisible zurcidito en una esquina, que había cosido Tata María. Cuando se corrían los visillos, se podía apreciar, en su amplitud, el patio interior que tanta importancia tuvo para mi primera infancia, y mis recuerdos. No era precisamente un jardín encantador, era un espacioso patio interior con el suelo cubierto de lositas hexagonales de color gris. Al fondo del portal de la casa, había una puerta grande que sólo se abría para dar paso a ese patio y al garaje -minigaraje-, donde guardaban los dos o tres únicos coches de los vecinos de la casa. En una plaquita dorada, de otros tiempos, aún se leía: "ENTRADA DE CARRUAJES".


De Paraíso inhabitado, de Ana María Matute. 
1º DE BACHILLERATO


COMENTARIO DE TEXTO.

DEBÉIS SEGUIR LAS PAUTAS QUE HEMOS APRENDIDO Y TRABAJAR TODOS LOS NIVELES DE LA LENGUA.  EL NARRADOR DE ESTE TEXTO ES MUY PARTICULAR.
SEMANA DEL 1-3 JUNIO

(...) Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear.
Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui. No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir. (...)


Tiempo de silencio. Luis Martín Santos.

sábado, 16 de mayo de 2015

COMENTARIO DE TEXTO

(1º BACHILLERATO
Según vayamos trabajándolo, lo iremos mejorando y ampliando. Esto es sólo un guión para que no os asustéis.)

Hacer un buen comentario de texto implica tener un amplio conocimiento de todos los niveles de la Lengua y para esto, hemos dedicado ocho meses. A lo largo del curso hemos hablado de Pragmática, Fonética, Morfología, Sintaxis, Semántica y Tipología Textual, además, de haber trabajado bajo los mandatos de la Estilística y tener “controlados” los mecanismos de extrañamiento literarios por los que, ya, no se nos escapa la presencia de metáforas, sinécdoques, oxímoros y otras figuras retóricas que sabemos que aparecerán.
En primer lugar, me gusta comenzar por la Pragmática. Aquí estudiamos la organización interna del texto a partir de la coherencia y de la cohesión textual: se delimitan las franjas que son narrativas, descriptivas, expositivas, argumentativas o dialogadas y qué parte es conclusión o anticipación de otra.
Todo esto nos permite trazar la progresión temática y relacionarla con los campos semánticos. Así, veremos si nos hallamos ante una estructura inductiva, deductiva, lineal o encuadrada.
Debemos estudiar siempre la adecuación (verificar si el registro es adecuado atendiendo a la situación comunicativa); para ello, debemos observar el registro, el vocabulario empleado por el autor, las fórmulas de cortesía, la corrección gramatical y la presentación (se basa en la claridad, legibilidad, ordenación, tipografía, márgenes, gráficos, dibujos…)
En segundo lugar, debemos estudiar la coherencia (propiedad resultado de la acción conjunta y cooperativa de emisor y receptor); la coherencia se consigue con los siguientes mecanismos: unidad clara de significado, ideas expresadas de forma lineal, evitar discordancias e incoherencias, reconocimiento de una macroestructura (inductiva, deductiva, lineal o encuadrada). Además, debemos reconocer fenómenos posibles como ambigüedades (ej: Vi un perro corriendo por la calle), tautologías (ej: Es muy cotilla porque cotillea), evidencias (ej: Mi gato tiene cuatro patas) o repeticiones innecesarias (ej: Llegó y se sentó, y se preparó un bocadillo y se lo comió).
En tercer lugar debemos estudiar la cohesión. Se trata de la propiedad textual por la que los textos se nos presentan como unidades trabadas mediante mecanismos de orden gramatical, léxico, fonético y gráfico. Es el emisor quien la establece y el destinatario la reconoce. En esta propiedad de los textos debemos tener en consideración:
-          La anáfora: un elemento remite a otro que ha aparecido anteriormente. Puede realizarse mediante pronombres o mediante proformas (pronombres, proadverbios, proverbos o proformas léxicas). Todos estos recursos nos permiten formar un todo unitario.
-          La catáfora: mecanismo por el que una unidad del texto remite a otra que aparece posteriormente. Se establece así una relación interpretativa entre dos elementos por la que el primer elemento adquiere sentido por su relación con el elemento que viene después.
-          Repeticiones de palabras (sinonimia y antonimia)
-          Pronominalización.
-          Hiperonimia e hiponimia.
-          Elipsis.
-          Utilización de conectores para ordenar el discurso.

Una vez que tenemos las propiedades del texto estudiadas, debemos hacer un repaso por los seis elementos de la comunicación, ya que, no debemos olvidar en ningún momento que todo texto es un mensaje comunicativo que un emisor ideó para que un receptor decodificara su significado en un contexto determinado, con un canal seleccionado previamente y con un código que ambos (emisor y receptor) deben compartir.

Ahora debemos pasar a hacer un estudio de la Morfología. Rescatamos nuestro conocimiento teórico y hacemos un estudio de las categorías gramaticales. Así, debemos seguir un orden que nos facilite dicho estudio. Personalmente me gusta que comencéis por los sustantivos y que “echéis un vistazo” general a las dos  principales características de esta categoría: formal y semántica (sobre todo, debéis analizar qué sustantivos predominan por su significado: comunes, propios, individuales, colectivos, concretos, abstractos…); esto os va a dar pistas acerca del tema del texto. A continuación, podéis analizar la adjetivación (grado que predomina, anteposición o posposición). Los verbos son fundamentales (si abundan, el texto será muy rápido; si por el contrario, apenas hay verbos, el texto será lento; también es muy importante hacer un análisis de su flexión para ver si hay predominio de algún tiempo –los presentes y pretéritos imperfectos nos colocan ante una narración, normalmente; las formas impersonales o pasivas reflejas, ante textos expositivos, etc.-; igualmente importante resulta observar el modo en el que se conjugan). No debéis olvidar observar si abundan los adverbios, las interjecciones y las conjunciones. Todo esto lleva al terreno de la sintaxis.
Dentro de la Sintaxis, tenéis que observar si en el texto predominan las oraciones simples o las compuestas; y si dentro de la composición, hay un predominio de parataxis o de hipotaxis, pudiendo concluir, dependiendo de una opción u otra, en que el texto sea más o menos complicado gramaticalmente. Esto corroborará el tema, la tipología textual y el manejo que el autor haga de la escritura (no va a ser comparable un texto expositivo de una editorial de divulgación a un texto especializado escrito por Fernando Savater, por ejemplo.)
Si el texto fuera literaria, hay que estudiar las figuras retóricas que afectan a la sintaxis, tales como los encabalgamientos, los hipérbatos, los paralelismos, quiasmos, anáforas, epiforas, concatenaciones, asíndeton, polisíndeton, etc.
Cuando hacemos un estudio léxico-semántico de los textos (nos habrá servido de ayuda el análisis morfológico que ya hemos hecho previamente y el análisis de la coherencia), debemos atender a todos los fenómenos semánticos que ya aprendimos en la primera evaluación: sinonimia, antonimia, polisemia, homonimia, cambios semánticos, etc. y todo el juego que esto genera. En este apartado resulta imprescindible también evaluar la presencia de cultismos, de neologismos, vulgarismos y coloquialismos (que también habrá sido descubierto cuando hayamos estudiado la pragmática en tanto en cuanto, hemos estudiado el registro lingüístico utilizado). No sobra repetirlo para encuadrarlo también en este apartado.
Si nos encontráramos ante un texto literario con figuras literarias, debemos analizar todas aquellas figuras de pensamiento o tropos que afectan directamente al modo de entender (decodificar) las palabras: metáforas, metonimias, sinécdoques, sinestesias, oxímoros, personificaciones, hipérboles, etc.
Fonéticamente también hay que atender al texto. Debemos ser capaces de hacer un estudio del sonido del mensaje. No sólo en cuanto a lo que literariamente conocemos (aliteraciones, paranomasias, jitanjáforas…), sino que tenemos que tener en cuenta la posibilidad de que en nuestro texto aparezcan aféresis, síncopas, apócopes, prótesis, epéntesis, paragoges o metátesis (debido a múltiples causas), o por ejemplo, la presencia de dialectalismos.

Mención aparte hay que hacer de este apartado si nos encontramos ante un texto literario (sobre todo si fuera poético), donde lógicamente, debemos analizar las figuras retóricas en toda su dimensión, y explicar de forma detenida la presencia de aliteraciones, onomatopeyas, jitanfáforas, paronomasias o similicadencias. Determinando los versos de localización y su significado dentro del texto.
Si se trata de un poema, además, hay que hacer un estudio detallado de la métrica (medida de los versos, estudio de la rima y estudio estrófico).

Para cerrar nuestro comentario, debemos elaborar un texto en el que recojamos nuestras aportaciones fundamentales, que deben incluir: autor, tema del texto, tipología textual y breve estudio de la época en la que el texto nació que justifique todas nuestras ideas. No será lo mismo estudiar el “carpe diem” de un soneto de Garcilaso, que estudiar el “carpe diem” de un texto de Luis Alberto de Cuenca.


miércoles, 6 de mayo de 2015

PREMIO PARA EL ALUMNO QUE AVERIGÜE QUIÉNES SON ESTAS TRES SEÑORAS,
Y SI ADEMÁS ME DICE QUÉ TENÍAN EN COMÚN, MEJORA EL PREMIO. 








REALISMO Y NATURALISMO.
LOS GENIOS DE LA DESCRIPCIÓN.

Hoy en 1º de Bachillerato, hemos hablado de la obra Germinal, de Émile Zola. Os pongo una escena de la película y si os gusta, podéis verla entera.