martes, 24 de marzo de 2015

POESÍA MÍSTICA/RELIGIOSA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI

Dejo un poema representativo de cada uno de los poetas religiosos de la España de Felipe II. Enlazo a sus biografías y a otros datos de interés. 
Leed. 

1. "Noche oscura del alma", de San Juan de la Cruz. 

http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/sjuandelacruz/

Canciones del alma que se goza de haber
llegado al alto estado de la perfección,
que es la unión con Dios, por el camino
de la negación espiritual. 


1. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

2. "Oda a la vida retirada", de Fray Luis de León.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/fray_luis_de_leon/autor_apunte/


¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
 Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
 No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
 ¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
 ¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
 Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
 Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
 Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
 Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
 Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
 Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
 El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.
 Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
 La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
 A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
 Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
 A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

3. "Vivo sin vivir en mí", de Santa Teresa de Jesús. 
http://www.cervantesvirtual.com/portales/santa_teresa_de_jesus/

Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
 
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puso en mí este letrero:
«Que muero porque no muero».
 
Esta divina unión,
y el amor con que yo vivo,
hace a mi Dios mi cautivo
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a mi Dios prisionero,
que muero porque no muero.
 
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros
en que está el alma metida!
Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
 
Acaba ya de dejarme,
vida, no me seas molesta;
porque muriendo, ¿qué resta,
sino vivir y gozarme?
No dejes de consolarme,
muerte, que ansí te requiero:
que muero porque no muero.
TRABAJANDO DURANTE LAS VACACIONES DE PRIMAVERA.
3º ESO


RESPECTO A LAS PRUEBAS CDI, TENÉIS ETIQUETADA UNA ENTRADA EN LA QUE HAY CASI 80 MODELOS PARA REALIZAR. 
Respecto a la morfología y a la sintaxis, habéis trabajado muy bien a lo largo de estas dos evaluaciones; aquí os dejo una serie de oraciones para los que queráis seguir trabajando, ya que la prueba será realizada en cuanto volváis de las vacaciones. 

Mi consejo es que leáis buena literatura reflexionando acerca de lo leído y que siempre tengáis un diccionario cerca para ampliar vuestro léxico. 

A) Analizad morfológicamente todas las palabras de las siguientes oraciones.
B) Analizad morfosintácticamente las oraciones. 
1. Nombraron a Patricia delegada de la clase pero ella no está contenta con esa decisión.
2. Los martes tenemos partido de tenis a las cinco y los jueves vamos a la piscina con los compañeros del equipo.
3. Álvaro, pareces un poco enfermo.
4. Mi hijo soñó con fantasmas después de esa película y lloró mucho.
5. Los niños de su vecina se lavan la cara todas las mañanas pero no se peinan nunca.
6. Saldremos seguros al escenario o nos saldrá mal la representación.
7. Se comió tres bocadillos y tuvo una enorme indigestión.
8. Se alquilaba un piso precioso en la montaña pero llamamos demasiado tarde.
9. El entrenador contaba con vosotros, o sea, esperaba vuestra ayuda. 

QUE DESCANSÉIS. 


viernes, 13 de marzo de 2015

ORACIONES COMPUESTAS COORDINADAS PARA 3º DE LA ESO A

LAS CORREGIMOS LA SEMANA DEL 16-20 DE MARZO



Ayer llegué muy cansado a la reunión de las diez y no me enteré bien del tema tratado.
Ayer llegué tranquilamente a la reunión y el jefe me felicitó por mi calma.
El caballero bebió con miedo aquella poción y esperó tranquilamente sus efectos.
Hemos celebrado a bombo y platillo mi cumpleaños pero ahora estoy cansadísima.
Hemos celebrado animados mi cumpleaños y ellos sintieron mucha envidia.

jueves, 12 de marzo de 2015

EL RENACIMIENTO

Os "leo" todo aquello a lo que en clase no me 

da tiempo o que, dándome tiempo, quiero que

 vuelva a aparecer.

(No hagáis una lectura vacía; pensad en todo lo que hemos hablado

 en clase, o sea... estudiad) 



a) "A una joven en un verde laurel", Francesco Petrarca

Vi más blanca y más fría que la nieve
que no golpea el sol por años y años;
y su voz, faz hermosa y los cabellos
tanto amo que ahora van ante mis ojos,
y siempre irán, por montes o en la riba.

Irán mis pensamientos a la riba
cuando no dé hojas verde el laurel;
quieto mi corazón, secos los ojos,
verán helarse al fuego, arder la nieve:
porque no tengo yo tantos cabellos
cuantos por ese día aguardara años.

Mas porque el tiempo vuela, huyen los años
y en un punto a la muerte el hombre arriba,
ya oscuros o ya blancos los cabellos,
la sombra ha de seguir de aquel laurel
por el ardiente sol y por la nieve,
hasta el día en que al fin cierre estos ojos.

No se vieron jamás tan bellos ojos,
en nuestra edad o en los primeros años,
que me derritan como el sol la nieve:
y así un río de llanto va a la riba
que Amor conduce hasta el cruel laurel
de ramas de diamante, áureos cabellos.

Temo cambiar de faz y de cabellos
sin que me muestre con piedad los ojos
el ídolo esculpido en tal laurel:
Que, si al contar no yerro, hace siete años
que suspirando voy de riba en riba,
noche y día, al calor y con la nieve.

Mas fuego dentro, y fuera blanca nieve,
pensando igual, mudados los cabellos,
llorando iré yo siempre a cada riba
por que tal vez piedad muestren los ojos
de alguien que nazca dentro de mil años;
si aún vive, cultivado, este laurel.

A oro y topacio al sul sobre la nieve
vencen blondos cabellos, y los ojos
que apresuran mis años a la riba.

b) "Si el fuego con el fuego no perece...", Francesco Petrarca

Si el fuego con el fuego no perece
ni hay río al que la lluvia haya secado,
pues lo igual por lo igual es ayudado,
y a menudo un contrario al otro acrece,

Amor -que un alma en dos cuerpos guarece-,
si has siempre nuestras mentes gobernado,
¿qué haces tú que, de moda desusado,
con más querer, así el de ella decrece?

Tal vez igual que el Nilo que, cayendo
desde muy alto, su contorno atruena,
o cual sol que, al mirarlo, está ofuscando,

el deseo que consigo no consuena,
en su objeto extremado va cediendo
y, al espolear demás, se va frenando.

c) "En la muerte de Laura", Francesco Petrarca
Sus ojos que canté amorosamente,
su cuerpo hermoso que adoré constante,
y que vivir me hiciera tan distante
de mí mismo, y huyendo de la gente,

Su cabellera de oro reluciente,
la risa de su angélico semblante
que hizo la tierra al cielo semejante,
¡poco polvo son ya que nada siente!

¡Y sin embargo vivo todavía!
A ciegas, sin la lumbre que amé tanto,
surca mi nave la extensión vacía...

Aquí termine mi amoroso canto:
seca la fuente está de mi alegría,
mi lira yace convertida en llanto.

d) "Infierno", Canto I de la Divina Comedia, Dante Alighieri

A mitad del camino de la vida,                                      
en una selva oscura me encontraba                                            
porque mi ruta había extraviado.                                               

¡Cuán dura cosa es decir cuál era
esta salvaje selva, áspera y fuerte
que me vuelve el temor al pensamiento!                         

Es tan amarga casi cual la muerte;
mas por tratar del bien que allí encontré,
de otras cosas diré que me ocurrieron.                          

Yo no sé repetir cómo entré en ella
pues tan dormido me hallaba en el punto
que abandoné la senda verdadera.                                           

Mas cuando hube llegado al pie de un monte,               
allí donde aquel valle terminaba
que el corazón habíame aterrado,                                             

hacia lo alto miré, y vi que su cima
ya vestían los rayos del planeta
que lleva recto por cualquier camino.                                         

Entonces se calmó aquel miedo un poco,
que en el lago del alma había entrado
la noche que pasé con tanta angustia.                                        

Y como quien con aliento anhelante,
ya salido del piélago a la orilla,
se vuelve y mira al agua peligrosa,                                             

tal mi ánimo, huyendo todavía,
se volvió por mirar de nuevo el sitio
que a los que viven traspasar no deja.                                       

Repuesto un poco el cuerpo fatigado,
seguí el camino por la yerma loma,
siempre afirmando el pie de más abajo.                         

Y vi, casi al principio de la cuesta,
una onza ligera y muy veloz,                                                      
que de una piel con pintas se cubría;                                          

y de delante no se me apartaba,
mas de tal modo me cortaba el paso,
que muchas veces quise dar la vuelta.                            

Entonces comenzaba un nuevo día,
y el sol se alzaba al par que las estrellas
que junto a él el gran amor divino                                              

sus bellezas movió por vez primera;                                           
así es que no auguraba nada malo
de aquella fiera de la piel manchada                                           

la hora del día y la dulce estación;
mas no tal que terror no produjese
la imagen de un león que luego vi.                                              

Me pareció que contra mí venía,
con la cabeza erguida y hambre fiera,
y hasta temerle parecia el aire.                                       

Y una loba que todo el apetito                                      
parecía cargar en su flaqueza,
que ha hecho vivir a muchos en desgracia.                                 

Tantos pesares ésta me produjo,
con el pavor que verla me causaba
que perdí la esperanza de la cumbre.                                         

Y como aquel que alegre se hace rico
y llega luego un tiempo en que se arruina,
y en todo pensamiento sufre y llora:                                           

tal la bestia me hacía sin dar tregua,
pues, viniendo hacia mí muy lentamente,
me empujaba hacia allí donde el sol calla.                                      
Mientras que yo bajaba por la cuesta,
se me mostró delante de los ojos
alguien que, en su silencio, creí mudo.                            

Cuando vi a aquel en ese gran desierto
«Apiádate de mi ‑yo le grité‑,
seas quien seas, sombra a hombre vivo.»                                   

Me dijo: «Hombre no soy, mas hombre fui,
y a mis padres dio cuna Lombardía
pues Mantua fue la patria de los dos.                                         

Nací sub julio César, aunque tarde,                                           
y viví en Roma bajo el buen Augusto:
tiempos de falsos dioses mentirosos.                                         

Poeta fui, y canté de aquel justo                                                
hijo de Anquises que vino de Troya,
cuando Ilión la soberbia fue abrasada.                           

¿Por qué retornas a tan grande pena,
y no subes al monte deleitoso
que es principio y razón de toda dicha?»                                   

« ¿Eres Virgilio, pues, y aquella fuente
de quien mana tal río de elocuencia?
‑respondí yo con frente avergonzada‑.                                      

Oh luz y honor de todos los poetas,
válgame el gran amor y el gran trabajo
que me han hecho estudiar tu gran volumen.                              

Eres tú mi modelo y mi maestro;
el único eres tú de quien tomé
el bello estilo que me ha dado honra.                                         

Mira la bestia por la cual me he vuelto:
sabio famoso, de ella ponme a salvo,
pues hace que me tiemblen pulso y venas.»                                

«Es menester que sigas otra ruta
‑me repuso después que vio mi llanto‑,
si quieres irte del lugar salvaje;                                      

pues esta bestia, que gritar te hace,
no deja a nadie andar por su camino,
mas tanto se lo impide que los mata;                                          

y es su instinto tan cruel y tan malvado,
que nunca sacia su ansia codiciosa
y después de comer más hambre aún tiene.                               

Con muchos animales se amanceba,
y serán muchos más hasta que venga                                         
el Lebrel que la hará morir con duelo.                            

Éste no comerá tierra ni peltre,
sino virtud, amor, sabiduría,
y su cuna estará entre Fieltro y Fieltro.                          

Ha de salvar a aquella humilde Italia
por quien murió Camila, la doncella,
Turno, Euríalo y Niso con heridas.                                            

Éste la arrojará de pueblo en pueblo,
hasta que dé con ella en el abismo,
del que la hizo salir el Envidioso.                                               

Por lo que, por tu bien, pienso y decido
que vengas tras de mí, y seré tu guía,
y he de llevarte por lugar eterno,                                               

donde oirás el aullar desesperado,
verás, dolientes, las antiguas sombras,
gritando todas la segunda muerte;                                              

y podrás ver a aquellas que contenta
el fuego, pues confían en llegar
a bienaventuras cualquier día;                                        

y si ascender deseas junto a éstas,
más digna que la mía allí hay un alma:
te dejaré con ella cuando marche;                                             

que aquel Emperador que arriba reina,
puesto que yo a sus leyes fui rebelde,
no quiere que por mí a su reino subas.                           

En toda parte impera y allí rige;
allí está su ciudad y su alto trono.
iCuán feliz es quien él allí destina!»                                            

Yo contesté: «Poeta, te requiero
por aquel Dios que tú no conociste,
para huir de éste o de otro mal más grande,                               

que me lleves allí donde me has dicho,
y pueda ver la puerta de San Pedro
y aquellos infelices de que me hablas.»                          
Entonces se echó a andar, y yo tras él.


e) "A Beatriz", Dante Alighieri

Tan honesta parece y tan hermosa
mi casta Beatriz cuando saluda,
que la lengua temblando queda muda
y la vista mirarla apenas osa.
Ella se va benigna y humillosa
y oyéndose loar, rostro no muda
y quien la mira enajenado duda
si es visión o mujer maravillosa.
Muéstrase tan amable a quien la mira
que al alma infunde una dulzura nueva
que solo aquél que la sintió la sabe.


f) "Huyan suspiros míos, huya el llanto", Giovani Boccaccio.


Huyan suspiros míos, huya el llanto,
huyan las angustias y huya el deseo
que tuve de morir; vaya al olvido
lo que contra el Amor yo pensé tanto:

vuelvan la fiesta, la risa y el canto,
vuelva el honor debido al señor mío,
los méritos de quien por mí lograron
tenga la gracia que yo quise tanto.

Desdén, que injustamente me negaba
el vago mirar de brillantes ojos
con que me tomó Amor, ya se ha marchado;

y aquel saludo que yo más quería,
con suave voz y gesto placentero
me lo acaba de dar la dama mía.

Os la pongo en italiano también: 

Fuggano i sospir miei, fuggasi il pianto,
fugga l'angoscia e fuggasi el disio
che auto ho di morir; vada in oblio
ciò che contra ad Amor già pensai tanto;

torni la festa, torni el riso e 'l canto,
torni gli onor devuti al signor mio,
li meriti del qual han fatto ch'io
aggia la grazia bramata cotanto.

Lo sdegno, el qual a torto me negava
el vago sguardo degli occhi lucenti,
coi qual Amor mi prese, è tolto via;

e quel saluto, ch'io più desiava,
con umil voce e con atti piacenti
pur testé mi rendé la donna mia.

Y ahora, por fin, os dejo con Garcilaso de la Vega; observad la métrica, la armonía del verso y su flexibilidad y sobre todo, los tópicos. Amor, naturaleza y mitología como temas recurrentes. 

1. "Oda a la flor de Gnido"

Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que un momento
aplacase la ira
del animoso viento,
y la furia del mar y el movimiento,
y en ásperas montañas
con el suave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese,
y al son confusamente los trajese:
no pienses que cantado
sería de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido,
ni aquellos capitanes
en las sublimes ruedas colocados,
por quien los alemanes,
el fiero cuello atados,
y los franceses, van domesticados;
mas solamente aquella
fuerza de tu beldad sería cantada,
y alguna vez con ella
también sería notada
el aspereza de que estás armada,
y cómo por ti sola,
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en viola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
Hablo de aquel cativo
de quien se debe más cuidado,
que está muriendo vivo,
al remo condenado,
en la concha de Venus amarrado.
Por ti, como solía,
del áspero caballo no corrige
la furia y gallardía:
ni con freno le rige,
ni con vivas espuelas ya le aflige.
Por ti, con diestra mano,
no revuelve la espada presurosa,
y en el dudoso llano
huye la polvorosa
palestra como sierpe ponzoñosa.
Por ti, su blanda musa,
en lugar de la cítara sonante,
tristes querellas usa,
que con llanto abundante
hacen bañar el rostro del amante.
Por ti, el mayor amigo
le es importuno, grave y enojoso;
yo puedo ser testigo,
que ya del peligroso
naufragio fui su puerto y su reposo;
y agora en tal manera
vence el dolor a la razón perdida,
que ponzoñosa fiera
nunca fue aborrecida
tanto como yo dél, ni tan temida.
No fuiste tú engendrada
ni producida de la dura tierra;
no debe ser notada
que ingratamente yerra
quien todo el otro error de sí destierra.
Hágate temerosa
el case de Anajérete, y cobarde,
que de ser desdeñosa
se arrepintió muy tarde;
y así, su alma con su mármol arde.
Estábase alegrando
del mal ajeno el pecho empedernido,
cuando abajo mirando,
el cuerpo muerto vido
del miserable amante, allí tendido,
y al cuello el lazo atado,
con que desenlazó de la cadena
el corazón cuitado,
que con su breve pena
compró la eterna punición ajena.
Sintió allí convertirse
en piedad amorosa el aspereza.
¡Oh tarde arrepentirse!
¡Oh última terneza!
¿Cómo te sucedió mayor dureza?
Los ojos se enclavaron
en el tendido cuerpo que allí vieron;
los huesos se tornaron
más duros y crecieron,
y en sí toda la carne convirtieron;
las entrañas heladas
tornaron poco a poco en piedra dura;
por las venas cuitadas
la sangre su figura
iba desconociendo y su natura;
hasta que, finalmente,
en duro mármol vuelta y transformada,
hizo de sí la gente
no tan maravillada
cuanto de aquella ingratitud vengada.
No quieras tú, señora,
de Némesis airada las saetas
probar, por Dios, agora;
baste que tus perfetas
obras y hermosuras a los poetas
den inmortal materia,
sin que también en verso lamentable
celebren la miseria
de algún caso notable
que por ti pase, triste y miserable.

2. "En tanto que de rosa y azucena"

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza su costumbre.



3. Soneto XIII: "A Dafne ya los brazos le crecían"

  A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían;

  de áspera corteza se cubrían                  
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

  Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía               
este árbol, que con lágrimas regaba.

  ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!


PARA AQUELLOS ALUMNOS DE 1º DE LA ESO QUE NO TIENEN CLARAS LAS REGLAS DE ACENTUACIÓN DE LAS PALABRAS. 


Aquí os dejo el enlace a un blog que os va a facilitar mucho el estudio.

http://www.aulafacil.com/cursos/l5371/primaria/lenguaje-primaria/lengua-sexto-primaria-11-anos/reglas-de-acentuacion

miércoles, 11 de marzo de 2015



        SIGO ADELANTE PORQUE SÍ, PORQUE ES MI SITIO Y PORQUE ES DONDE QUIERO ESTAR. 

          Después de muchos días sin dedicarme un rato a mí misma, a mis emociones, o al menos... sin dedicarme un tiempo para pensar en mis emociones y ponerlas por escrito, hoy... la convocatoria a Oposición para el próximo verano, me empuja a que vuelque aquí, en mi rinconcito, un poquito de emoción contenida que, sin querer, se me desborda.
         Si el verano pasado opositar (entre más de 2500 personas) intentando ser uno de los doce aspirantes a "llevarme el gato al agua" era una heroicidad (máxime teniendo en cuenta mis circunstancias personales, un hijo de seis años y una bebé nacida el día 30 de diciembre), este año... opositar intentando ser uno de los tres aspirantes es... casi casi una broma. Mis circunstancias han cambiado, ahora tengo un hijo de siete años y una nena de catorce meses que ya corre, que se come las hojas del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua y que, si puede, me lava los dientes después de habérselos lavado a una de nuestras perras. Opositar en cualquier circunstancia es algo durísimo que sólo conocemos los interinos, pero opositar cuando el triunfo es imposible es una frustración que no sólo quita el sueño, sino que también quita la salud.
          Quiero sentir la primavera viviéndola desde el parque en el que juegan mis hijos, quiero sentir el calor del sol desde el arenero en el que mis hijos hacen castillos; quiero que se haga de noche sentada en un banco comiendo pipas; quiero ver crecer a mis hijos sin tener que decirles: "No, ahora no, que tengo que estudiar". No quiero ver a mis hijos en el parque desde la ventana de la habitación en la que estudio. Estoy cansada de que la mampara de la ducha tenga pegados varios de los temas de los que me examino. He superado estos exámenes de la oposición en cinco ocasiones y tengo que seguir demostrando que sé ser profesora.
         Pero... si hay algo que me anima a seguir "en la brecha", si hay algo que hace que "no tire la toalla" es llegar cada mañana a mi instituto y ver a mis alumnos. Entrar a mi 1º ESO E y sentir que a "mis niños" les alegra mi presencia. Enfadarme con ellos porque no tienen el libro y el cuaderno abiertos y que, al regañarles, ellos me obedezcan con una sonrisa. Lo mismo me sucede con mi 1º A y con mi 3ºA. Si algo me reconforta y hace que siga estudiando cada minuto libre y cada noche, de 2 a 4 de la madrugada es corregir los exámenes maravillosos que mis adolescentes efervescentes de 3º de la ESO han hecho. Ver que han superado todas las dificultades con las que nos encontramos, saber que ahora, cuando ven una oración llena de "se", de pronombres personales reflexivos, recíprocos o pronominales, adjetivos tramposos que funcionarán como adyacentes o como complementos predicativos, sonríen, se crecen y dicen: "Vamos a ello".
         Sigo adelante por esa Sandra que ha trabajado duramente sólo porque se lo pedí, sigo adelante por Desi, por Lucía, por Nerea, mi pobre Nerea, agobiadísima con los grados del adjetivo y con la voz perifrástica pasiva; sigo adelante por las Nurias, por Judith, por Angelillo, que está deseando conocer a su prima; por mi trío Alberto, Marcos y Crístofer, porque aunque no siempre me escuchan, lo que se lleven "puesto" habrá merecido la pena; por Dani, por Carlos y por Andrea, que analiza maravillosamente los Sintagmas Nominales; no me rindo por Manu, por mis Paulas y por mi gimnasta Irene y su hermana Rebeca; continúo por Isa y sus pendientes nuevos; por Lucas y su despiste; mi Nira, lectora despistada empedernida y no me rindo por mi, y repito el MI, Ainara.
         Sigo dedicándome en cuerpo y alma a la superación de la oposición por intentar prolongar mi estancia en esta maravillosa profesión y ver crecer a mi linda Irene, mi poeta favorita; y Paula, mi morena preguntoncilla; mi Cristina, ¡ay, mi Cris!; por seguir viendo los ojos de Lorea devorando la pizarra y reflejando pensamiento; para que mi María Bu. pueda algún día dar trabajo a su  papi encuadernando sus propios relatos y para que mi otra María... escriba poesías propias, ¡pero no de amor!; trasnocho y dormito entre apuntes y libros para que Pablo no sea ingeniero sino ¡bibliotecario o profesor de Lengua!... sigo adelante para que mi Adri B. se ría cada vez que digo aquello de "españolo" y pueda volver algún día a su fútbol, y sigo adelante para que Noemi entienda de una vez por todas que la tele nunca podrá sustituir a los libros y que las mejores novelas las leerá y no las verá. Para que Marta consiga poner en orden los pronombres y los determinantes con la misma sonrisa, a veces de resignación, que me suele regalar desde su sitio en el aula. Sigo luchando con todas mis fuerzas para que José María se centre y no se descentre, para que Sami consiga poner en orden todos los pájaros maravillosos que tiene en su prodigiosa cabeza, para que Noelia algún día sea una novelista de renombre; para que Judith demuestre que su grandeza personal es inversamente proporcional a su tamaño; sigo trasnochando para que Patri sonría y rapee espontáneamente; sigo luchando para que Adri G me pague una cena en McDonalds a final de curso y para que Rebeca me escuche; seguiré adelante para que Sergio siga conjugando los domingos y las domingas con esa sonrisa de malo que se le escapa entre las comisuras y los brackets; para que Daniel pueda volver a ocupar su sitio; sigo adelante para que Sonia vuelva a escribirme otro relato y aprenda todo lo que tiene que aprender y para que Fran, mi pequeño gran Fran, se convierta en alguien importante, pero sin grana y luces ;)
          Sigo adelante porque tengo la enorme fortuna de ejercer la profesión más bella del mundo. La profesión que me permite seguir aprendiendo día a día, dando y recibiendo.
         Sigo adelante por vosotros, pero sobre todo, sigo adelante porque me encanta veros salir adelante.